El fútbol de la selección española ha mostrado al mundo que es posible ganar divirtiendo. La campeona del mundo está creando escuela y ya hay varias selecciones que quieren copiar el estilo español.
Ya lo hizo Alemania, que ha vuelto a ser el equipo temible de antaño con un estilo más atractivo. Las intenciones de Brasil son similares. Pero sorprende un poco que sea Italia, cuatro veces campeona mundial, la que quiera romper con el catenaccio, una manera de entender el juego que le ha proporcionado muchas alegrías.
La culpa la tiene su nuevo seleccionador, Cesare Prandelli, admirado confeso de España: “Gana divirtidiéndose”, dice. “La prioridad de mis equipos es tener la pelota y ser ofensivos. Venimos de un Mundial ganado por un equipo que proponía en lugar de especular. (…) En Italia hay jugadores suficientes con talento y también los hay jóvenes, pero debemos cuidar más este aspecto”, sostiene Prandelli.
De momento, está cumpliendo con su palabra y para el amistoso que jugará mañana ante Costa de Marfil ha convocado a muchos jóvenes y talentosos futbolistas como Cassano, Balotelli y Amauri.